“Si no son los peldaños es el ala
que te despierta y que te grita: ¡sube!… ¡sube sin timidez,
no te abandones; si te asusta volar, hay escalones!”
Pedro B. Palacios, Almafuerte

martes, 27 de abril de 2010

Un lugar con filosofía...













Nuestra escuela se encuentra ubicada en la localidad de Alejandro Korn, el viejo “Empalme San Vicente”. Ubicada a casi 50 km de la Capital Federal, forma parte junto con la ciudad cabecera y Domselaar del Partido de San Vicente. Se fundó con el paso del ferrocarril del Sur, el 14 de agosto de 1865. Es una de las tres poblaciones actuales del partido de San Vicente, primero se llamo PUEBLO DE LA ESTACION DE SAN VICENTE desde 1865 hasta 1928 y desde entonces hasta 1960 EMPALME SAN VICENTE y el 29 de Abril de 1960 se dicta el decreto Nro. 308 por el cual la estación pasa a llamarse ALEJANDRO KORN. Hasta que en el año 1964, por la ley Nro. 6837 de la Pcia. de Buenos Aires, se unificaron las denominaciones del pueblo, estación ferroviaria y dependencias oficiales bajo el nombre de ALEJANDRO KORN.

Pero poco se sabe y se habla del personaje que dio origen al nombre. Por eso es que hoy queremos traerles algunas referencias a su persona, porque se entrelazan con la historia institucional, porque forman parte de nuestra herencia, y porque se resignifican con las acciones de nuestros alumnos…

Alejandro Korn nació en San Vicente, Buenos Aires, el 3 de mayo de 1860 fue médico, psiquiatra, filósofo, reformista, maestro y político argentino. Dirigió durante dieciocho años la colonia psiquiátrica ubicada en Melchor Romero (provincia de Buenos Aires) que lleva su nombre. Fue el primer funcionario universitario en América Latina en ser elegido con el voto estudiantil. Está considerado como el iniciador del pensamiento filosófico en la Argentina y como uno de "los cinco sabios" de la ciudad de La Plata. Murió en La Plata, el 9 de octubre de 1936.

Pero nos interesa sobre todo destacar al Korn Filósofo, aquel que habló de la libertad, de la vida, de la historia.

En el nombre de Hegel nos reunimos, un siglo después de su muerte, porque su filosofía no fue un juego escolástico de meras abstracciones, ni solaz pedantesco de la cátedra, sino interpretación genial de la realidad viviente. Nadie como él penetró el secreto del devenir, nadie como él identificó la autoevolución del principio absoluto con el fluir del proceso secular, uno y complejo a la vez. Nos enseñó cómo en un ritmo lento o acelerado toda tendencia engendra la contraria, pues la realidad es síntesis de opuestos. Así, para citar un ejemplo cualquiera, podemos comprender cómo la demagogia engendra la dictadura y la dictadura el reclamo de la libertad. No es, pues, un hecho anacrónico “si elevamos la anécdota a concepto”. En tanto el pueblo argentino forja un nuevo episodio de su accidentada historia podemos alzarnos un instante hasta la idea eficiente de toda contingencia humana. No nos hemos de perder en las nubes; al salir de aquí a ocupar nuestro puesto en la contienda, habremos recogido la gran enseñanza que la finalidad ideal sólo se realiza en la acción concreta. http://www.abanico.org.ar/2007/03/korn.hegel.html


¿Será por esto que nuestros alumnos, desde hace siete años, se destacan en las Olimpíadas Nacionales de Filosofía? Algo de este espíritu cuestionador y esa búsqueda de respuestas se huele en los pasillos del Almafuerte, cuando los chicos van y vienen con sus textos de filosofía, cuando en la biblioteca se construyen debates, cuando las preguntas llegan a los profesores, a las bibliotecarias, al resto de los compañeros…

Pronto les contaremos más acerca de Olimpíadas de Filosofía... Por ahora, seguimos pensando con otra frase de Alejandro Korn:

La nueva filosofía ha de libertarnos de la pesadilla del automatismo mecánico y ha de devolvernos la dignidad de nuestra personalidad libre consciente, libre y dueña de su destino... Si queremos un mundo mejor, lo crearemos...

martes, 20 de abril de 2010

En el nombre de Almafuerte


"Almafuerte" es el nombre dado al viejo Colegio Nacional, adoptado luego por la Unidad Académica.

El acta del 8 de julio de 1960 menciona:

"en Empalme San Vicente, a los ocho días del mes de Julio de mil novecientos sesenta, siendo las quince horas se inicia el acto de imposición del nombre de Almafuerte al Colegio Nacional de San Vicente, por Resolución ministerial Nº 4.614 que se transcribe:Buenos Aires, 1960

Vistos

Estos actuados en los que se propicia la imposición del nombre de Almafuerte al Colegio Nacional de San Vicente (Buenos Aires) y

Considerando

Que la figura del maestro, poeta, pensador argentino, Pedro B. Palacios, Almafuerte, puesto al Colegio Nacional de San Vicente Buenos Aires, se constituirá en docencia viva para la juventud que en él se eduque, forje sus ilusiones, fortalezca su espíritu, y cultive sus sentimientos en este gran hombre argentino.

El Ministerio de Educación y Justicia

Resuelve:

1º Impónese el nombre de Almafuerte al Colegio Nacional de San Vicente (Buenos Aires) en homenaje y recuerdo del maestro, pensador, poeta argentino Pedro B. Palacios.

2º El rectorado del establecimiento adoptará las medidas del caso a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 6º, 7º, y 8º, del decreto Nº 9934 del 14 de Noviembre de 1958

3º Comuníquese, anótese, y publíquese, dese al boletín de Comunicaciones, y archívese.

Firmado: Luis Mac Kay

Podemos preguntarnos ¿por qué Almafuerte?

Pedro Bonifacio Palacios nació en San Justo (Buenos Aires), el 13 de mayo de 1854 y falleció en 1917 en la ciudad de La Plata. De formación autodidacta, ejerció como maestro y director de escuelas durante la presidencia de Sarmiento; pero por causa de sus artículos y poemas, siempre combativos, que provocaban apasionados ataques y defensas, llegó a ser dejado cesante en sus funciones docentes.

Fue también prosecretario de la Cámara de Diputados bonaerense y más tarde bibliotecario-traductor de la Dirección de Estadística. Trabajó de cartero, al tiempo que escribía sus primeros libros. Una vida llena de esfuerzos, pero con un vigor y un ejercicio de trabajo con el que siempre pudo salir adelante…

¡AVANTI!


Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas….


¡PIU AVANTI!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.


martes, 13 de abril de 2010

El Almafuerte en números



Los números a veces parecen fría estadística. Sin embargo tener a mano algunos datos nos permite dimensionar dónde estamos, quiénes somos, qué hemos hecho, qué podemos hacer con lo que somos…

52 son los años que tiene la escuela. 38 años los que funcionó en el viejo edificio de la calle Sarmiento.


35 aulas que funcionan simultáneamente en el actual edificio.

2924 los alumnos inscriptos en nuestra escuela.

225 corresponden al Jardín de Infantes. 604 a la Escuela Primaria. 439 a Secundaria Básica, 586 a Secundaria Superior, y 470 a la escuela Media de Adultos.

Casi 600 alumnos concurren diariamente al Instituto Superior, en las 6 Carreras que se dictan.

3 son los turnos en los que funciona la escuela.

600 las personas que trabajan en distintas funciones.

49 son las promociones de Egresados de Escuela Media desde su fundación.

11000 los libros que hay en biblioteca.

2 las salas de laboratorio.

25 las horas semanales que comparten los alumnos de un mismo curso.

10 el promedio de materias que cursan por año

7 la nota que deben sacar para aprobar.

1214 amigos en Facebook en las 4 páginas informales que se han armado sobre la escuela.

Tal vez los números sean solo números… pero durante 16 horas al día, los números cobran vida, en los pasillos, en los salones, en el patio, bajo los árboles del parque, o en la vereda… Vamos y venimos, estamos, somos parte de la escuela…

martes, 6 de abril de 2010

Bienvenidos al Almafuerte...


Bienvenidos. Esta es nuestra escuela.

Hablar del Almafuerte es hablar de una institución con más de 50 años de historia en el partido de San Vicente. Muchos niños, adolescentes y adultos han pasado por sus aulas

El Colegio Nacional Almafuerte fue fundado por el Ministerio de Educación de la Nación, por expediente Nº 34.872/58, Decreto Nº 6.135, el 25 de junio de 1958. Actualmente conforma una unidad académica, que concentra cuatro niveles de enseñanza: Jardín de Infantes, Escuela Primaria, Escuela Secundaria e Instituto Superior del Profesorado. Toda la vida escolar de una persona puede pasar transitando sus pasillos. Los que hace muchos años trabajamos aquí, hemos visto crecer a nuestros niños, recorrer su adolescencia, y convertirse en colegas, hoy dando clase en la escuela que los formó. Otros vuelven trayendo a sus hijos, o son los chicos mismos los que nos dicen “usted fue profesor/a de mi mamá…”.

Muchas cosas han cambiado, dentro y fuera de la escuela. Se inició funcionando en el edificio de la Escuela 12, detrás de la Estación de Alejandro Korn, aunque pronto se trasladó al edificio que todos recuerdan como “el viejo Almafuerte”, allí en la calle Sarmiento 194, justo al lado de la Plaza…De manera inevitable se entrelazan recuerdos y vivencias. Y a pesar de las transformaciones del escenario, el tiempo y las distancias, una trama de afectos se ha tejido entre todos los que pasaron por nuestras aulas. Alumnos, docentes, personal auxiliar, seguramente han sido marcados por un "Alma - fuerte" en su camino.

En 1996 se produce el traslado al nuevo edificio, ubicado en la calle Mitre al 400, y desde esa fecha día tras día, docentes de todos los niveles, estudiantes pequeños, adolescentes, adultos, auxiliares, bibliotecarios, administrativos, directivos entran y salen, trabajan, enseñan y aprenden, conviven.

Queremos que este blog sea una puerta abierta, para conocernos, para vincularnos con la comunidad que nos dio origen, nos vio crecer, y sigue siendo motivo de nuestro trabajo cotidiano. Por eso iremos contándoles algunas cosas de nuestra historia, pero también de nuestro presente, y por supuesto, del futuro que juntos podemos seguir construyendo. Aquí estamos. Con muchas cosas hechas… y mucho por hacer.